Por: Charles Spurgeon

Mi Dios pues suplirá TODO lo que os falta conforme a sus riquezas en Cristo Jesus. Filipenses 4:19


1.- Necesidades temporales,“Todo lo que os falta.” ¡Que promesa!   El texto habla de todo lo que nos falta
esta por un lado nuestra Necesidad Temporal  y ese no es un asunto insignificante. Si tenemos alimento y
vestido, deberíamos estar contentos con eso; pero hay muchas personas del pueblo de Dios para quienes
la simple obtención de alimento y ropa es una faena desgastante. Muchos de los santos de Dios se ven
muy apurados por las preocupaciones hogareñas, las pruebas familiares, las enfermedades del cuerpo, las
pérdidas en los negocios, y algunas veces por la imposibilidad de obtener un trabajo adecuado, tal como
se encontraba Elías cuando se sentó junto al arroyo de Querit. Si Dios no les enviara pan y comida de una
manera prodigiosa, ciertamente se morirían de hambre; pero su pan les será dado, y su agua está
garantizada. “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta.” la declaración del texto incluye a la totalidad de
sus necesidades personales y familiares.

2.-Necesidades Espirituales. Despues de todo nuestras necesidades temporales son muy pequeñas
comparadas con las Espirituales.  Con la bendición de Dios, un hombre puede remediar muy prontamente
lo que el cuerpo necesita, pero ¿quién habrá de proveer lo necesario para los requerimientos del alma?
Tenemos necesidad de perdón perpetuo, pues siempre estamos pecando, y la sangre de Jesucristo está
intercediendo siempre por nosotros y limpiándonos de pecado. Cada día hay necesidad de renovada
fuerza para combatir contra el pecado interior; y, bendito sea Dios porque esa fuerza es suministrada
diariamente, de tal manera que nuestra juventud es renovada como la del águila.

Como ministro del Señor, tú necesitas recibir ayuda para poder hacer lo acertado, en el momento debido,
con un espíritu recto y de la manera correcta. Tu necesidad como maestro de escuela dominical, como
predicador , y especialmente como un ministro del Evangelio, será muy grande, pero el texto satisface
todos tus requerimientos, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta.” Amados es imposible que pueda
nombrar todas nuestras necesidades Espirituales. Necesitamos ser convertidos diariamente de algún
pecado o de otro, que, tal vez, a duras penas hemos reconocido como pecado. Necesitamos ser instruidos
en las cosas de Dios, necesitamos ser iluminados en cuanto a la mente de Cristo, necesitamos ser
consolados por las promesas, necesitamos ser avivados por los preceptos, necesitamos ser fortalecidos
por las doctrinas. Necesitamos, oh, ¿qué es lo que no necesitamos? Somos simplemente un costal de
carencias estamos llenas de ellas desde el primero de Enero hasta fines de Diciembre; pero aquí está la
misericordia, “mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta.”  ¿Son exaltados ustedes a los lugares altos?
¿Tienen muchas comodidades? ¿Gozan de riquezas? Entonces cuánta necesidad tienen de ser
guardados de amar al mundo, de ser preservados del desenfreno y de la altivez y de las necedades y
costumbres de este perverso mundo actual. ¿Son ustedes muy pobres? Entonces la tentación es a la
envidia, a la amargura de espíritu, a la rebelión contra Dios. “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta.”

3.- Necesidad en el Sufrimiento, pues muchos de nosotros somos llamados a tomar nuestro turno en la
casa de prisión del Señor. Allí requerimos de paciencia ante el dolor y de esperanza ante la depresión de
espíritu. ¿Quién es suficiente para la obra de fundición? Nuestro Dios suplirá para nosotros esas gracias y
consolaciones escogidas que nos fortalecerán para glorificar Su nombre, incluso en medio de las llamas.
Él hará que la carga sea ligera o que la espalda se torne más robusta; Él disminuirá la necesidad o
aumentará la provisión.

4-.Necesidad de una gran provision “Mi Dios suplirá todo lo que les falte” ¡Cuán gloriosamente da Dios a
Su pueblo! Antes necesitábamos perdón: Él nos lavó, y nos hizo más blancos que la nieve. Necesitábamos
ropas, pues estábamos desnudos. ¿Qué hizo Él? ¿Nos dio algún tosco vestido de algún tipo u otro? ¡Oh,
no!, sino que dijo: “Sacad el mejor vestido, y vestidle ,poned un anillo en sus manos y calzado en sus pies,
traed el becerro gordo y celebremos Lucas 15:22-23.” Fue algo afortunado que el hijo pródigo tuviera sus
vestidos hechos harapos, pues entonces necesitó ropa, y fue sacado el mejor vestido para él. Es algo
grandioso estar conscientes de las necesidades espirituales, pues todas serán remediadas. Una
necesidad consciente a los ojos de Dios, ¿qué cosa es sino una solicitud prevaleciente para una nueva
misericordia? Algunas veces le hemos pedido que nos consuele, pues estábamos muy abatidos; pero
cuando el Señor nos ha consolado, nos ha llenado de tal manera de deleite que hemos estado inclinados a
clamar con el antiguo teólogo escocés: “¡Espera, Señor, espera! Es suficiente. No puedo soportar más
dicha. “Recuerda que soy sólo un vaso de barro.” Nosotros, al aliviar a los pobres, generalmente no
damos más de lo que podamos evitar, pero nuestro Dios no se detiene para contar Sus favores, sino que
da como Rey. Derrama agua sobre el que está sediento, y corrientes de aguas sobre la tierra seca.

5.-. “ Conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesus.” Quiere decir, no sólo las riquezas de lo que ha
hecho, sino las riquezas de lo que podría hacer; pues si Él ha hecho ejércitos de mundos, podría hacer
miríadas de tantos mundos más, y no habría sino comenzado. ¿Quién podría calcular las posibilidades del
Dios omnipotente? Pero el Señor suplirá todo lo que les hace falta de conformidad a tales gloriosas
posibilidades. Él suplirá todas sus necesidades. Después de eso, ¿se atreven a deprimirse? ¡Oh alma, qué
locura es la incredulidad! ¡Cuán flagrante blasfemia es dudar del amor de Dios! Él ha de bendecirnos; y, si
somos bendecidos por Él, hemos de ser en verdad bendecidos. Si Él suple nuestras carencias “conforme
a sus riquezas en gloria,” serán suplidas a plenitud. Tú verás todas las carencias de tu alma satisfechas,
pero debes acudir a Cristo para todo. “En Cristo Jesús.” Ese es el manantial del que brotan las aguas
vivas. Tú no has de ver suplidas tus carencias por tu propio cuidado y afán. “Considerad los lirios del
campo, cómo crecen.” Tú has de ser enriquecido “en Cristo Jesús.” No has de ver suplidas tus
necesidades acudiendo a Moisés, y obrando y trabajando duramente como si fueses tu propio salvador,
sino mediante la fe en Cristo Jesús. Aquellos que no quieren acudir a Cristo han de pasárselas sin la
gracia, pues Dios no da nada a los hombres por vía de gracia excepto a través de Su Hijo. Quienes más
acudan a Jesús gustarán con mayor frecuencia de Su abundancia, pues todas las bendiciones llegan a
través de Él. Mi consejo, para mí mismo y para ustedes, es que permanezcamos en Él; pues, debido a que
ese es el camino por el que nos llega la bendición, es mejor que permanezcamos en él. Leemos acerca de
Ismael que fue enviado al desierto con un odre de agua, pero Isaac habitó junto al pozo del Viviente-que-
me-ve, y es sabio que habitemos junto al pozo de Cristo Jesús, y no confiemos nunca en los odres de
nuestra propia fuerza. Si te apartas de Cristo Jesús, hermano, te separas del centro de la bienaventuranza.


OREMOS: Señor Jesucristo gracias te doy por tu bendita y poderosa palabra la cual ha bendecido mi vida. Gracias
Señor, porque tu supliras TODO LO QUE ME  FALTE en el area económica, en la salud, en el area espiritual,  en
cada rol que desempeñe, como esposo(a), como madre, como padre, como mujer, como hombre, como hijo(a),
como profesional, como abuelo(a), como suegro(a), como siervo(a), como ministro(a) del Evangelio, supliras todas
mis carencias como teologo(a), todo lo que me falte de fuego, uncion y poder del Espiritu Santo,  supliras todo lo que
haga falta para llevar a cabo tu obra, y como Nehemias 2:8 cuando obtuvo todos los materiales para reconstruir el
templo diremos: "Y me lo concedio, el rey, segun la benefica mano de Dios sobre mi," TODO lo supliras conforme a
todas tus riquezas en gloria que son ilimitadas e infinitas. Nos apropiamos de esta promesa hoy, la creo, la recibo, en
el nombre de Jesucristo. Amen.


Bendiciones en Cristo,

Lucy
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