El día que tú naciste...

El día que tu naciste, hacía mucho calor en un hemisferio
del planeta y mucho frío en el otro.
El sol de oro brillaba entre nubes de plata y miles de arco iris surcaban los cielos.
Los pájaros cantaron sobre la copa de los árboles y bailaron los vientos
sobre la faz de la tierra.

El día que tú naciste, las estrellas
brillaban lágrimas de alegría y
los Angeles entonaban glorias al Señor.

Ese fue un día maravilloso, digno de recordarse por siempre,
porque tu nombre fue inscripto en el Libro de la Vida y una vez más,
la luz triunfó sobre las tinieblas.

El día que tú naciste, todo el universo
sumó fuerzas para darte vida...
y mudo, inmutable y resuelto, esperó
tu primer grito, para que sonrieran
los cielos y se alegraran los mares.

Bailaron los vientos, se movieron las aguas, la lluvia bendijo cientos
de lugares sedientos y la primavera apareció donde había frío, y el frío se trasladó
hacia donde había calor, compensándose el tiempo.

Todo eso sucedió cuando naciste, ahora el universo entero espera que hagas
una obra hermosa para regocijo del alma y bien de quienes te dieron la vida,
que por pequeña que te parezca la obra, harás feliz a alguien.

Ese día será recordado por siempre, porque tu nombre se escribió
con colores y estrellas, porque ese día fue único e irrepetible, como eres tú,
porque ese día todo el universo sumó sus fuerzas y se alegraron los cielos,
porque la luz volvió a vencer a las tinieblas, .... cuando naciste tú.


~Autor desconocido~