Madre
Autor: Desconocido

Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel
por la incansable solicitud de sus cuidados; una mujer que siendo joven tiene la reflexión
de una anciana, y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud; una mujer que si es se
acomoda a la simplicidad de los niños; una mujer que siendo pobre, se satisface con la
felicidad de los que ama, y siendo rica, daría con gusto su tesoro por no sufrir en su
corazón la herida de la ingratitud; una mujer que siendo vigorosa se estremece con el
vagido de un niño, y siendo débil, se reviste a veces con la bravura del león; una mujer
que mientras vive no la sabemos estimar, por que a su lado todos los dolores se olvidan,
pero después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla
de nuevo un sólo instante, por recibir de ella un sólo abrazo, por escuchar un sólo acento
de sus labios...

De esa mujer no me exijáis el nombre si no queréis que empape con lágrimas vuestro
álbum, porque ya la vi pasar en mi camino.

Cuando crezcan vuestros hijos leedles esta página, y ellos, cubriendo de besos vuestra
frente, os dirán que un humilde viajero en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha
dejado aquí, para vos y para ellos, un boceto del retrato de su nombre.