UN AMIGO

El amigo de verdad es el que jamás miente y al que jamás le mentirías. Un amigo es la persona que
nos muestra el rumbo y recorre con nosotros una parte del camino.  La amistad ni se conquista ni
se impone, porque ésta nace, brota del corazón. Para preservar un amigo es necesario: honrarlo
cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente, y asistirlo cuando lo necesite.

Jamás conserves amistades que sólo pretendan sus intereses.
Los amigos se hieren con la verdad para no destruirse con las mentiras.
La amistad es como un lucero que siempre esta dándole luz al cielo.
Un hermano es un amigo que nos da la naturaleza y un amigo es un hermano que nos da la
sociedad.
La verdadera amistad es la que sigue a tu lado incluso cuando no te queda nada por ofrecer, salvo
tu compañía.
La verdadera amistad es una planta de desarrollo lento.
Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.
La única manera de hacer un amigo es serlo.
Un buen amigo es un hombre para el cual no tenemos secretos y que, a pesar de todo, nos aprecia.
Un amigo es un ángel que nos ayuda a ponernos de pie otra vez cuando nuestras alas se han
olvidado de cómo volar.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta.
Un amigo es quien acepta nuestros límites pero busca nuestro progreso.
¿QUIÉN ES TU AMIGO?

Tu amigo es:

El que siendo leal y sincero, te comprende.
El que te acepta como eres y tiene fe en ti.
El que sin envidia reconoce tus valores.
El que te estimula y elogia sin adularte.
El que te ayuda desinteresadamente y no abusa de tu bondad.
El que con sabios consejos te ayuda a construir y pulir tu personalidad.
El que goza con las alegrías que llegan a tu corazón.
El que sin penetrar en tu intimidad, trata de conocer tu dificultad para ayudarte.
El que sin herirte te aclara lo que entendiste mal o te saca del error.
El que levanta tu ánimo cuando estás caído.
El que con cuidado y atenciones quiere menguar el dolor de tu enfermedad.
El que te perdona con generosidad olvidando tu ofensa.
El que ve en ti un ser humano con alegrías, esperanzas, debilidades y luchas.
Este es el amigo verdadero. Si lo descubres, consérvalo como un tesoro.
UN CREDO PARA MIS RELACIONES CON LOS DEMÁS

Tú y yo tenemos una relación que valoro y deseo conservar.  Cada uno de nosotros es una
persona aparte, con necesidades particulares y con derecho a satisfacer esas necesidades.  
Cuando tengas algún problema para satisfacer tus necesidades, trataré de escucharte con
aceptación genuina para facilitar que tú encuentres una solución, en vez de depender de las mías.  
También respetaré tu derecho a escoger tus propias creencias aunque sean diferentes a las mías.
Sin embargo, cuando tu conducta interfiera con lo que yo tengo que hacer, para satisfacer mis
necesidades, abierta y honestamente diré en qué forma estoy siendo afectado, confiando en que
respetarás mis sentimientos lo suficiente como para tratar de cambiar la conducta que es
inaceptable para mí.

Así mismo, cuando alguna conducta mía sea inaceptable para ti, espero que abierta y
honestamente, me cuentes sobre tus sentimientos; escucharé y trataré de hacer los cambios
necesarios.  Cuando haya momentos en que ninguno de los dos pueda cambiar su conducta para
satisfacer las necesidades del otro, reconozcamos que tenemos un conflicto de necesidades que
requiere ser resuelto.  Comprometámonos entonces a resolver dicho conflicto, sin que ninguno de
los dos acuda al uso de la autoridad para tratar de ganar mientras el otro pierde.  Respeto tus
necesidades pero también respeto las mías.  

Esforcémonos siempre para buscar una solución que sea aceptable para ambos. Tus necesidades
serán satisfechas pero también lo serán las mías. Nadie perderá. Los dos ganaremos. De esta
manera, podemos seguir desarrollándonos como personas. Y así, la nuestra podría ser una
relación sana a través de la cual cada uno de nosotros tratará de convertirse en todo aquello que
es capaz de ser y podremos continuar relacionándonos en un mutuo respeto, amor y paz.


Un Abrazo, que Dios te bendiga, te muestre su rostro, te sonría y permita que prosperes en todo, y
derrame sobre ti, muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad;