Lleva ante Dios tus preocupaciones y déjalas allí. Si encuentras que es difícil hacerlo, entonces, recuerda que le estás confiando tus necesidades al que puso las estrellas en el firmamento y puso en movimiento los planetas, el que creó la tierra y todo lo que en ella hay.
El se encargará de lidiar con cualquier cosa que traigas ante su presencia.
"Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi lbertador eres Tú".
Salmo 41:17
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